domingo, 24 de enero de 2010

La Fuente Maldita

Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo en la histórica ciudad de Cádiz vivía u grupo de niños. El grupo estaba compuesto por tres niñas y un niño, Macarena, Manolo, Elena y Penelope. Eran muy amigos, siempre que podían estar juntos lo estaban.

Un día como otro cualquiera fueron a jugar a la Alameda de Apodaca, cuando llegaron vieron como estaban construyendo una fuente.

Las niñas pensaron en gastarle una broma a Manolo, le dijeron que tenía que meter sus pies en los ya construidos de la estatua. Una vez en posición, las chicas le dijeron que tenía que cerrar los ojos, así lo hizo, pero empezó a notar que le estaban untando algo espeso.

Les preguntó que le estaban untando y ellas dijeron que era arena con agua que habían encontrado. Cuando terminaron vieron como quedó, era una estatua de un niño con un jarrón.

Fueron a quitarle la masa y se dieron cuenta que no se quitaba, Manolo les preguntó de donde sacaron la masa y ellas respondieron que de unos sacos. Su respuesta fue "Chicas, eso es cemento, me habéis encerrado", las chicas cuando se dieron cuenta que Manolo no podía salir y la culpa fue de ellas salieron corriendo a causa del pánico.

"CHICAS, NO, NO ME DEJÉIS AQUÍ, ME LAS PAGARÉIS".


Al cabo de los años, cuando Macarena, Elena y Penelope ya eran unas adolescentes fueron a la Alameda de paseo y con las bromas Elena salpicó con el agua de la fuente a Penelope, el agua le cayó en la cara, especialmente en la boca, y se la tragó y de repente empezó a sangrar por los ojos y se cayó.

Elena se fijó y se dio cuenta de que estaba muerta, salió corriendo junto a Macarena para avisar a la policía. A las dos semanas de la muerte de Penelope, la policía determinó que la muerte fue a causa de una sobredosis de alcohol. Al día siguiente fueron a pasear con el perro y el perro bebió de la misma fuente, sangró por los ojos y murió.

Entonces para saber que pasaba Elena probó el agua y le ocurrió lo mismo que a Penelope y su perro. Macarena se fue horrorizada.

De madrugada, iba de vuelta a su casa después de estar con los amigos y pasó delante de la fuente y escuchó que alguien le llamaba y se dió cuenta que era la estatua, y sin quererlo bebió agua de la fuente y murió.


Cuenta la leyenda que de madrugada la estatua cobra vida y es capaz de controlar a cualquier persona.


Aquí os dejo una foto de La Fuente Maldita.




sábado, 23 de enero de 2010

La Casa de los Espejos


Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo en la histórica ciudad de Cádiz vivía una familia. La familia estaba compuesta por el capitán Ayala, su hija Indira y su mujer Claudia.

El capitán Ayala era un gran viajero y siempre, antes de irse de viaje, le preguntaba a su hija que regalo quería que le trajera de vuelta, la respuesta de su hija era "un espejo papá".

A medida que pasaba el tiempo la casa fue llenándose de espejos e Indira se hizo mayor. Hubo un momento en que la madre llegó a tener celos de la hermosura de su hija y la relación que tenía con su padre.

En uno de los largos viajes de su marido, Claudia envenenó a su hija sin que sospecharan de ella. Cuando el capitán volvió de su viaje y se enteró de la noticia, de lo disgustado que estaba, empezó a romper los espejos de la casa hasta que de repente, en uno, vió un reflejo. Era el vivo retrato de su hija,estaba pálida con grandes ojeras, ojos rojos llenos de venganza, con sus largos tirabuzones dorados que rozaban el suelo, vió que estaba señalando a su madre con un dedo acusador y le dijo que fue su asesina.

La madre de Indira, Claudia, acabó en la cárcel, mientras el capitán Ayala se fue y no se volvió a saber nada más de él.


Se dice que siempre, a medianoche, si miras una de las ventanas de la casa se ve reflejada en el cristal a Indira.


Aquí os dejo una foto de La Casa de los Espejos.